Acusadme de muerto: ya se apaga
mi alcatraz generoso: fascinante
y esencial corredor con la constante
caridad del espejo y de la daga.
Acusadme de muerto que se embriaga
en las palpitaciones de otro Dante
con todo el purgatorio por delante
y por detrás los senos de otra Maga.
Acusadme de muerto: desatina
mi virtud en pirámides de hierro:
No soy caleidoscopio en la sentina
donde anulan mi voz con el destierro
y el obligado gen de la rutina,
sin Dante, Maga… Nada: sólo yerro.