Déjame verte

Déjame verte.
Extraño tu mirada
y tus caricias.

Me siento raro
al ver que tu no vienes
en las mañanas.

Y es que tu vuelo
anima y da alegría
con sus piruetas.

Por eso añoro
tu vuelo y tu presencia
de aquellos días.

Fui muy feliz
soñando entre tus alas
y compañía.

Sé que los niños
con poco se contentan
y yo con verte.

Quiero ser niño,
volar como un cometa,
tenerte cerca.

Estar contigo
sentir y emborracharme
con tu sonrisa.

Y al fin dormir,
cansado, entre tus alas,
en blando lecho.

¡Qué hermoso premio
sentir a tus latidos
junto a los míos.

Rafael Sánchez Ortega ©
12/09/24

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