Recuerdo el camino fresco,
los helechos junto al riachuelo,
y los prados verdes
y el aire limpio
del viejo pueblo
junto a la sierra nevada.
Recuerdo las risas,
los paseos y las largas horas
de apenas unos minutos.
(El tiempo era mío,
era nuestro)
Los frondosos árboles
y el olor a naturaleza viva.
El frescor del manantial
de la “Fuente de los estudiantes”
y un puñado de pipas
y un salto,
una mueca,
un juego
y un comerse la vida
(el tiempo nos pertenecía)
Recuerdo el rumor del río Tormes,
las charlas en “La Alameda”,
los cigarros prohibidos ,
las confidencias en “las Acacias”
y subir la Calle Mayor,
para volver a bajar.
La plaza y sus soportales,
cobijo en los tórridos días del verano.
(el tiempo no era,
no estaba, no contaba…)
> A mi pueblo y mi adolescencia
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Imagen propia: Mi amiga Isa (drcha.)y yo, en el río Tormes (El Barco de Ávila) cuando el tiempo aún no contaba.
*Barcense es el gentilicio de los nacidos en El Barco de Ávila