Lírico.
Ya no escribo sobre ti,
se terminó la guerra sin cuartel,
la guerra insidiosa del amor,
se terminó la copa de Martell
pero queda la resaca del dolor.
Escúchame gritar que subsistí
sin tus labios privados de rímel,
sin buscar rescoldos de tu olor
en la broza marchita del clavel
donde alguna vez exististe y existí.
Nada que apuntar en la superficie
fría de tu imagen apergaminada,
se agotó la afluencia de mi fuente
escarlata que te salpicaba las mejillas.
Ya no dejes que mi prosa te acaricie
con su lluvia penosamente perfumada.
Escribirte dejó de ser urgente.
Cesaron las exhaustas manecillas
y el reloj celebra nuestro ocaso,
y retroceden los segundos otro paso.
Se están desvaneciendo tus pisadas,
también las lágrimas irisadas
de la noche estelar de tu tormento.
Respira, yo ya no te atormento,
pero es punzante tu recuerdo,
tan punzante como hermoso,
y sí, rompiste nuestro acuerdo,
claro, tan gracioso y tan tramposo.
Ya no escribo más, y te pienso menos.
Le escribí tanto a tu cuerpo ajeno
que los versos siguen siendo amemos,
tan sin pudor, tan sensuales, que me apeno.
Yo te quise tan intenso e irreverente,
te merecías algo no común y diferente,
y me tuviste como el ave al viento,
como chubasco al baldío sediento,
y también te tuve como un sol
para mi cielo, como el manto tornasol
que matizó la nieve que cubre mis cabellos
y oscurecía como la noche y sus destellos.
No tuvimos sin tenernos, y aun así
nos difundimos como el bien y el mal
por este mundo que yo, te construí,
y nos destruyó el placer carnal.
¡Ya no escribo sobre ti!
Estas palabras son fantasía
de lo que me prometiste y prometí.
Las palabras traen tiempo de sequía,
y estas palabras que escribo para ti,
aseguran de lo nuestro la agonía.
Jorge Martínez C.
Autor.
Inspirado en el poema de mi amigo poeta: @AljndroPoetry (ya no escribo de ti)
Imágen de Pinterest.