De solitario voy por el planeta
cargando cuanto tengo en mi mochila,
una brújula vieja, pan y tila,
un mogollón para alcanzar la meta.
Cierto que a veces pierdo la chaveta
si puestos los prejuicios aquí en fila,
a llevar una vida muy tranquila
no me ayudan a dar con la receta.
Pues si ando convertido en duro callo
muy mal me relaciono con la gente
allá por donde quiera que yo vaya,
pues aunque sienta que me parta un rayo
a descansar me largo irreverente
por si acaso no diera aún la talla.