DE MIS PENSAMIENTOS. VII
Tu amor, esa extraña flor que prendió tantos ensueños en mi mente, la que deshoje en noches de férvida pasión, a la que ofrecí mis primeras rimas, como un rosal florecido en plena montaña, hoy es paloma que vuela silenciosa sobre mi corazón. Tu amor germinado en el dolor, de un dolor que mata y que redime, triste y melancólico como el cadáver de una rosa, fue la sombra pálida de un sueño, de un sueño que hoy viaja hacia el olvido, agonizando en las praderas de rosas moribundas, y tú, la inspiradora de ese sueño, pasaste por el paisaje gris de mi vida llenándola de muerte y olvido. Ya mi existencia la consume el dolor, es el castigo de haber amado mucho y mi alma herida y triste, navega entre olas turbulentas, desgarrándose a sí misma, muda… Impenetrable… Hoy solo me queda una lágrima tuya, caída en mi soledad.
KIN MEJIA OSPINA
