¿Por qué el tiempo
se inventaba entre sus brazos,
por qué su mano en mi espalda,
por qué en mi vientre sus labios
eran tormenta y calma?
¿Por qué su aliento en mi pecho
quemando el alma?
¿Por qué su río, mi mar,
eran juntos toda el agua?
Y después…
después el tiempo rompiéndose.
Por qué la herida,
por qué el temor a un no sé qué.
Por qué la voz amordazada,
la duda invadiendo la piel.
Donde el tiempo se ha roto
alguna vez
solo queda silencio,
miedo, vacío,
hambre, frío…
Enmarco solo el final, querida Walla, porque sería engorroso re[licar por completo tu bello poema, que como todos los que te leo…¡Me encantan!
Un fortísimo abrazo con felicitaciones al cumplir tan bien el reto.
Los mares y ríos de sed, atormentan nuestras entrañas, cuando sentimos el vacío del abandono y la soledad impuesta. Los versos donde aparece el desamor, siempre se hacen grandes en su propio dolor. Estupendo poema. Un saludo.
¿Por qué el tiempo
se inventaba entre sus brazos,
por qué su mano en mi espalda,
por qué en mi vientre sus labios
eran tormenta y calma?
¿Por qué su aliento en mi pecho
quemando el alma?
¿Por qué su río, mi mar,
eran juntos toda el agua?
¡Ufff! Qué preciosa entrada para este poema tan romántico y pasional. Lleno de preguntas retóricas del por qué esa persona amada tiene ese impacto tan profundo en el sujeto lírico.