Cae la tarde sobre la montaña
ocaso de color el horizonte.
Miles de luces bailan en el monte.
Y el cristal de mis ojos, que se empaña.
La vida algunas veces con gran saña
nos pone trabas que la mente afronte,
si te caes, después viene el remonte.
Pero es espejismo, pues nos engaña.
El ocaso nos dibuja colores
presentando una vivida pintura
pero esconde multitud de dolores.
Siempre queda un pedazo de ternura
en los seres que nos donan amores.
Dolor y gozo siempre con mesura.
Me ha impactado tu soneto, querida Horten,
Desde su título y cada uno de esos versos que lo engalanan con bello y reflexivo mensaje. Lo guardo.
Fuerte abrazo
¡El final! Excelente. Dolor y gozo siempre con mesura.
Lo máximo.
Un gran saludo estimada @horten67
Caídas y remontes. Así es la vida. Bonito soneto. Un abrazo.
Gracias a ti, amiga Horten. Siempre aprendemos de ti.
Abrazo
Que gran sabiduría prende en tu bello soneto, esas luces y sombras que nos envuelven la vida, amiga!!!
Muchas gracias amiga 
Precioso y reflexivo soneto!
Muy clásico y bello remate…
Un abrazo, amiga!
Muchas gracias amiga
El ocaso tiene una paleta especial de colores, rico en variedad pero la mirada atenta descubre su matiz apago. Una preciosa identificación, Horten. Gran soneto
Te felicito @horten67
Me gustó el soneto tuyo.
