De esos ratos que paso adherido a la tierra sin palabras.
Allí estaba:
Flor, flor, flor…
a medio tiro de primavera,
sola,
ofreciendo en el silencio de su mirada
la vida entera,
sin más fronteras que el alma.
Flor, flor, flor…
si te quisiera…
haría canciones de espuma
con letras de yerbabuena
y estribillos de luna,
dibujando versos
al poder de tu sombra,
sus locuras.
Flor, flor, flor…
de los instantes varados…
durmiendo el corazón de piedra
que no tiene pasado.
Soñé en la nube fragmentada
de la conciencia por casualidad.
No la quise molestar…
A veces basta una simple mirada, para dar vida a un universo entero. La flor es algo más que un ser vivo, es el desencadenante de un sentimiento, que alcanza su máximo esplendor cuando el poeta lo acoge en su alma y le insufla su aliento.
De esos ratos subsiten las maravillas
Ante los pasos del poeta le crecen agrestes campanillas y mariposas en la mañana, le cuentan a donde van 《—Quiero aprender con vos— abrazar sin miedo y metamorfosear.》Aplausos.
El formato de la inconsciencia produce casualidades para el alma…después, llegará el aliento del verso, su piel templada al vuelo de la mano…pero fue la flor quien le brindó la oportunidad de ser.
Muchas gracias , amigo .Sus aportaciones equilibran siempre la conciencia.