En la época azul del cielo
las mareas prematuras,
que alcanzan su propio amanecer
En la edad inconfundible del rojo en las nubes
las tardes que albergan los vuelos
de los pájaros de alas quietas
Los cuerpos que habitan sus miradas,
las imágenes detenidas
en un segundo de un rostro que observa;
las formas que hacen multitudes
y los posibles retornos de los vientos idos
Estos conjuntos de montañas
y los vientos que mueven sus colores
Aquel día que supuso un amanecer
y el tiempo detenido
sin memoria para acompañar tantos días
que acaban en la orilla de la luna.
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