Cuantas cosas,
la tinta de tú tintero
emborrono de negro
momentos, instantes
de mi existencia.
Con la pluma de mis dedos
y la tinta de tú tintero
escribí en ese diario
que abrimos cuando apareciste
en el rayo de la luna,
de aquel verano
que empezaba a florecer
en la pubertad
de unos adolescentes
curiosos y alocados.
Cuantas miradas pérdidas,
cuantas sonrisas escondidas,
cuantas palabras entrecortadas,
cuantos versos escritos
que nunca llegaron a poesía.
Cuantas cosas quedaron escritas
que nunca llegaron a ser realidad
que hiciese historia en el recuerdo
de esa noche de luna cascabelera
en la que embriagados de dicha
decíamos que íbamos a engendrar
en las horas del tiempo
que se han escapado
en la realidad de un presente que grita
y se rebela con su latido perenne.
Cuantos instantes equivocados,
cuantos momentos disfrazados,
cuantas inútiles horas de espera
cuanto orgullo ha habido
desde aquella noche hasta ahora.
Cuantas cosas mi cuerpo ha vivido
que no estaban en ese diario
que han hecho que las ilusiones
sean un lago de fango,
cada vez más hondo,
donde nuestros recuerdos
se hunden pidiendo amparo,
buscando la lluvia de un hoy incierto
que lave con sus gotas
nuestro barro.
Cuanto engaño ha habido,
cuantas mentiras hemos creído,
cuantos silencios han ocupado,
cuantas situaciones de nuestro tiempo
terminaron con desprecios a destiempo.
Cuanto perdón hay
en nuestras desdichadas vidas
que arrepentimiento han reclamado,
qué respuesta no han logrado
por el absurdo miedo
de que la puerta
del odio, del desdén
te muestren una realidad
que niega con altanería
tus sentimientos.
Cuantas noches de dudas,
cuantos atardeceres de soledad,
cuantos despertares
llenos de añoranzas
y de sueños perdidos.
Cuantas veces me he acercado
hasta tu ventana,
esa que tienes abierta
al mundo que cuchichea
y susurra sus penas,
y mis silencios se encuentran
con el arbitrario destino
que olvida lo que quisiera mostrarte
de lo que siento, que no es más que
un simple te quiero.
Poemario La Soledad de la Sombra
Pippo Bunorrotri.
