Cuando te vayas.
Quizás no haya ninguna lágrima.
En tu ausencia,
dormitará
abransándome
el dolor acumulado.
Las heridas,
volarán en mí
eternamente,
colgadas de mi corazón.
Y lloraré en las palabras,
es su estela de tristeza
caminaré
a recordar tus caricias,
a volver a tus besos,
a soñarte lo guapa que estarás.
Y lloraré en todos los poemas,
manchados para siempre,
de lo que no pudo ser
de tí y de mí,
de lo que pueda venir
sin nosotros.