Cuando manda el corazón

La arteria que se resiste
a su labor bien se aferra,
si buscar no busca guerra
y con lealtad insiste.
Pues quizás un poco triste
se encuentra desamparada,
en su misión cuestionada
al transportar alimentos,
a la vez que sentimientos
en la forma deseada.

Que si manda el corazón
sólo queda ser sumisos,
si a veces por indecisos
se nos malogra ese don.
Así los quereres son
tan propios de los mortales
cuando emitiendo señales
de forma descontrolada,
con la boca bien cerrada
mintiendo somos iguales.

Si no hay trance más hermoso
que el que te digan TE QUIERO,
que si fuera por dinero
ya sería peligroso.
Pues con sus garras de oso
si te tiran del gaznate
ojalá nadie te mate
como quien practica al blanco,
al ver que por cualquier flanco
prever se puede un debate.

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