Cuando el alma se separa del cuerpo
y la vida se parte en dos mitades,
yo siempre elegiré aquella parte
de mí que no conozco.
Ese espacio infinito que no es nadie.
He estado en el lugar correcto
en el momento indicado,
a la hora precisa y nunca
me he sentido satisfecha.
Por eso eché a andar mi sueño azul
a pesar del temporal y los miedos.
Salí a darlo todo por todo,
las antiguas heridas se volvieron huellas,
el camino se abrió paso
entre espinas y barrancos.
El poema se hizo canción,
anhelos y metas, viejos amores resucitaron del olvido.
Y aunque no entendía
de qué iba mi nuevo guion…
me encantaba el cuento
que había empezado a escribir.
“Cuando el alma se separa del cuerpo
y la vida se parte en dos mitades,
yo siempre elegiré aquella parte
de mí que no conozco.
Ese espacio infinito que no es nadie”.
Hermoso arranque para un bello poema, @lidiannymartin.
Muchos aplausos.
Cuando el alma se separa del cuerpo
y la vida se parte en dos mitades,
yo siempre elegiré aquella parte
de mí que no conozco.
Ese espacio infinito que no es nadie.
Una maravillosa entrada metafísica y lírica para tu bello poema.