Condenada a la indiferencia
clavada a la cruz de la soledad
martirizada en el calvario del olvido
desnuda en la nocturna oscuridad
perdida en el clamor del orgasmo
húmeda la vagina abierta al amor
de un estilete devastador del querer
que lo hunde en su indiferencia
y que lo abandona después de usarlo
la carne rosada y tersa de meretriz
expuesta a la lujuria del demonio lascivo
y las fauces babeantes del depravado
que se alimenta de la imaginación
de un sexo abierto y sus intríngulis.
El coito con una mujer hermosa
es el opio de los pobres y su hechizo
flor de loto blanca consumida al sol
de un agosto implacable visitado por Ra
una mariposa delicada y hermosa
abriendo sus dulces alas carnosas
al puñal erecto de carne ansiosa
que se hunde en la gruta del deseo,
todos somos peregrinos del monte
donde Venus viste sus mejores galas
y la rosa muestra su flor a la primavera
en un goce jubiloso de ansia hambrienta.
Vaya una prosa cruda y visceral, pinta un retrato íntimo de la sexualidad, fusionando imágenes desgarradoras con la fuerza y la crudeza del deseo.
Me impacta el lenguaje provocador y la intensidad de las metáforas que ofrecen una visión vehemente de la unión carnal, explorando sus aspectos más oscuros y apasionados.
El lenguaje retórico y las metáforas eróticas son preciosas.
Muchas gracias Alejandro, pienso que ninguna poesía deja de ser provocadora. Los poetas debemos mostrar la vida desde todas sus facetas, para que no queden aristas escondidas, a la verdad subjetiva por la que nos movemos. Me alegra que te haya gustado. Gracias siempre por pasar. Un saludo.
A veces el poeta tiene que huir de lo cotidiano, para mostrar lo crudo de una realidad que anda por ahí, aunque el pudor invite a ocultarla. Hay muchas almas depravadas por el mundo, que transgreden normas no escritas, pero grabadas a fuego en nuestra propia conciencia social. Es bueno en ocasiones sacar las miserias a la luz, para que quede constancia de que existen. Gracias por pasar. Un saludo.
El poema es una mirada de dos formas distintas de ver el sexo, la más normal que es la que más te ha convencido a ti y la depravada, que es la que se adjetiva como irreverente, transgresora, provocadora, falta de pudor, pero que sin duda alimenta a personas que transitan este mundo, como fieras lascivas. Simplemente he tratado de mostrar dos visiones de una misma realidad. Un placer que te haya gustado. Saludos.
Es cierto Martin, al final la mujer es la única que se puede liberar de sus ataduras para siempre, aunque los hombres también tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano para ayudarlas a liberarse. Todo siempre se consigue trabajando en común. Gracias por venir. Un saludo.
