Algún día, tú y yo nos cruzaremos.
Pero no será como las miradas
que me lanzas desde el bus,
y guardo en mis recuerdos.
Tampoco será como las sonrisas
que dibuja tu rostro cada vez
que me pillas in fraganti,
observándote.
O como esos pensamientos
tan iguales a los míos,
cuando nos despedimos con los ojos.
No, nada de eso.
Lo que cruzaremos serán palabras,
que es lo único que nos falta
para querernos.