Veo la lluvia caer, es de noche… el mundo duerme, mientras yo estoy aquí dibujando tu rostro en el cielo. Tengo el cabello mojado, la lluvia golpea mi rostro; lo golpea suavemente…
Las estrellas se han apagado
han caído del cielo
su llanto sepultado en el suelo
bajo tierra descansan las olas del universo
los versos del ayer,
envueltos en pedazos de papel color transparente.
Tinta vieja y seca, llora; llora cansada, arrugada en las manos del viejo que duerme en una cama de espinas en una habitación en la luna, bajo el planeta uno.
Corre, corre Luna…
Corre fuera del tiempo
en otra dimensión
lejos del mundo
alejada de la gente. Corre hacia el futuro; no te detengas, no mires atrás.
Veo el mundo caminar, con los ojos ciegos y el alma destrozada…
La lluvia mojada en mí.
Otro día más… desilusionándome del mundo
desilusionada de las mentiras y las palabras;
palabras que te roban los suspiros y te apuñalan los anhelos;
hieren el alma y sangran. Cadenas oxidadas, cuervos vestidos de muertos, caminando al filo de la luna; llorando.
Necesito tiempo;
tiempo para cambiarme la ropa mojada,
tiempo para estar contigo, pero si no tenemos recuerdos, solo quedan olvidos en cajones de madera, madera gastada por los años.
Esa sonrisa
tan pequeña
que brilla en el resplandor del sol.
—No tengo tiempo, porque el tiempo se me va como arena entre las manos—
Las estrellas se han apagado
han caído del cielo
su llanto sepultado en el suelo
bajo tierra descansan las olas del universo
los versos del ayer,
envueltos en pedazos de papel color transparente.
Tinta vieja y seca, llora; llora cansada, arrugada en las manos del viejo que duerme en una cama de espinas en una habitación en la luna, bajo el planeta uno.