Tu corazón angustiado
llora y llora sin parar.
Ya no sabe como amar
Pobre niño avejentado.
Tenue suspiro creado,
clamante del dulce sino.
En tu lugar, creo y opino,
no niegues la realidad.
Debes confiar de verdad,
podrás llegar al camino.
Tan firme como bendito;
mas no es fácil resistir,
mucho menos existir.
Hoy por ti es este grito.
No negarás más del mito,
esa es tu razón de ser.
Debes, sin dudas prevalecer,
gritar y luchar por todo.
Quizás usar otro modo,
pero siempre has de vencer.