Contigo aprendí
paso a paso
a contar
las horas de espera…
Contigo aprendí
a ver un sol brillante
en tu boca isleña…
Bellas nubes
adornan este cielo azul,
raíces de estrellas
corren por tu amplia cabellera…
Escombros de sueños
agitan tu sonrisa
y las olas rompen
los laterales de bronce
del puente de madera…
Contigo aprendí
a apurar el atardecer
pintado con demencia
en un día cualquiera
y entendí
qué el sol en invierno
quema las brazas
de tu frágil inocencia…
Contigo aprendí
a caminar en la cima de los pensamientos
a juntar fuerza
y alcanzar la serranía
de tus ojos negros intensos
y labios derretidos
con arándanos y cerezos…