Hay sustentos que llegan
acompañados
y en cada uno se saborea
la palabra,
una sonrisa;
y se suceden historias,
una detrás de otra
y varias a la vez,
sorpresas, alegría
y alguna lágrima seca de ayer;
y cada bocado es un beso,
cada trago un abrazo,
el postre al que se llega
y nos llena de alegría juntos
para devolvernos a casa.
Así quedamos, siempre.
Compartir, nada más hermoso que compartir sorbitos de sentimientos con el amor, los amigos o la familia, siempre alivia el alma, amiga!!! Que aproveche la paellita y la compañía!!!
Sabroso y nutritivo poema con excelente aroma. Saludo cordial, Marta
Precioso como el momento! me encanta compartir con los amigos, mi Pedro. Gracias y besitos 
Ahí está, y esa paella estaba… madre mía!!! cómo estaba esa paella vegeta!!! Gracias, Minada bonita, siempre!
Mucho, José Manuel, mucho! Gracias mil!!
y se suceden historias,
una detrás de otra
y varias a la vez,
sorpresas, alegría
y alguna lágrima seca de ayer;
Y hemos de valorar esas historias que se suceden en nuestro caminar por esta existencia. Al final, creo yo, venimos a ser simplemente la sumatoria de la hilatura de esas historias, todo lo demás se va, desaparece, vuelve al polvo original de estrellas del que venimos, solo permanecen nuestras historias en las mentes y corazones de los seres que amamos y que nos sobreviven en este hogar sideral al que llamamos Tierra.
La paella seguro que deliciosa.
Tus versos, más.
Y tus lágrimas, ya secas, aunque siga el recuerdo. 
Olé tú.
Qué bonita es la amistad…y tu poema también!
Compartir es hermoso siempre…
Besos, mi Tali.
Así es, Alejandro, así es… gracias!
Buenísima la paella! Y todo lo demás, como tú, de corazón! Gracias!
Pues sí, estoy preparando la sorpresa, mi Walla, tú sabe… a ver si sale! ji. Y gracias!
Ai, siiii, siempre!!! Gracias, mi María mía!!!
Efectivamente Tali, el mejor bocado que se puede degustar en una mesa, es el que se saborea en compañía, y si es con una excelente paella en medio de la mesa, ya triunfas.
Un abrazo. 
Y siiiii !!! Graciad!
