Cuando descansa mi conciencia en paz
soñar me encanta estando bien despierto,
si de volar sin alas soy capaz
aun en mitad del cálido desierto.
Porque en mis entrañas a cubierto
soy leal a mi propia desventura,
tanto que en un ambiente tan incierto
de caer me prevengo en la locura.
Pues, aunque el sueño poco o nada augura
cierto es que nos protege de las penas,
y de sufrir también si se me apura
pesadillas, cortándonos las venas.
Que lo que sana cura yo doy fe
aunque precauciones tomaré.