Los que somos poetas, tenemos que aprender a ver —con esa mirada de niño recién nacido— todo aquello, cotidiano, que los demás no ven.
Los poetas no debemos perder NUNCA esa capacidad de asombro ante la insípida rutinidad, ante las cosas de a diario.
Lo maravilloso siempre está allí… Sólo hay que hurgar, esculcando bajo esa densa hojarasca.-
Chane García.
@ ChaneGarcia.