Cuando las notas de aquella vieja canción comienzan a sonar
y la triste melodía se incrusta en medio del corazón,
oh, estimada mía,
¿qué ha sido de aquel amor?
Cuando el sol comienza día tras día a alejarse
y sus rayos se tornan más fríos que ayer,
oh, apreciada mía,
¿me has dejado de querer?
Cuando los árboles se atavían de vestidos ocres
y el crepúsculo riega las calles desiertas,
oh, querida mía,
¿han quedado heridas abiertas?
Cuando el aire frío envuelve el rostro
y el silencio de la noche se vuelve soledad,
oh, amada mía,
¿me podrías perdonar?
Cuando oigas aquella vieja melodía
y veas que el sol pierde vigor;
cuando caiga la primera hoja otoñal
y sientas frío,
solo recuerda que aún te quiero,
¡te quiero!
… como te he querido.