Como dos palomas blancas
que forcejean al alba,
en ardua amorosa lucha,
un pecho contra una espalda.
Un ave, al verse vencida
en tan singular batalla,
se entrega en total ofrenda,
rindiendo al aire las alas.
Al fin tu cuerpo y mi cuerpo,
duermen entre hojas quebradas.
Dejando escudos y lanzas,
ambos guerreros descansan.
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Dos palomas custodian tus pupilas;
Como custodiarían los alteres de princesas
La una, lapislásuli en el iris difumina
La otra, el vítreo baña con verde de esmeradas y turquesa.
Aplausos . Me ha encantado. Me ha encantado.
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Bellos octosílabos para describir ese encuentro íntimo…
Hermoso poema trazaste.
Abrazos , Artemisa!
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Me alegro de que te guste.
Un beso, María.
Gracias por tu visita, @apina
Saluditos.
Muchas gracias por venir, @Pippo
Has plasmado de forma profundamente hermosa y lírica, el descanso de los guerreros, después de la ardorosa batalla del amor. Un gran poema.
Saludos.
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Muchas gracias por comentar, @voltereta .
Un beso.
Buen finde.
Muchas gracias por pasar, @horten67 .
Me alegro de que te guste.
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Sinmi
25 Noviembre, 2024 02:12
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Muy hermoso!!!
Un gusto leerte, querida poeta. Abrazos cariñosos.
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Muchas gracias, @Sinmi
Me alegro de cruzarme contigo de nuevo.
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