*Rutina, recodo de errores, cruz dejada caer*
Dylan Thomas
Como el bambú se dobla mi padre,
cruje
cada vez que regresa a su posición
de apuntar hacia lo alto,
en los instantes en que duerme el viento.
Como una hambrienta mariposa
devora mi madre al pez
y lo pervierte en la arena,
con la dulce aprehensión
de quien celebra la conquista
de alcanzar tierra firme,
y copula en el recuerdo.
No todas las mañanas nos consume el fuego,
ocurre que los amaneceres podrían despertar
con frío
y quedarse entre las sábanas un poco más de lo esperado.
El licor dulce de las flores embriaga el jardín,
los picos de los pájaros desbordan su amarga miel,
las estrellas son todos los muertos que brillan extraviados
y confunden a los viajeros.
A veces solo se trata de sabernos tiempo consumido,
y aceptar al padre
convertido en el pez que devora la madre
antes de servir la mesa.