Pero qué alegría encontrarte de nuevo por aquí, Jorge
Y el poema, qué decir… Genial. Nos tienes acostumbrados a esa magnífica poesía tuya animalista tan bella, tan lírica.
Abrazo
Jjj que buen soneto, guardando el sabor y la esencia de lo perdurable, de lo momificado, delo camuflado con ese color asfalto bajo tu admiración hacia el mundo animal, poeta!!!
¡¡¡Maravilloso!!! Sí, las lagartijas tienen una especie de seducción que tiende hacia lo sinuoso y también hacia esa especie de calor mortuorio —el calor que se desprende de la descomposición de algo muerto… El calor que emite un muerto es un calor-frío—. Me ha gustado cómo fuiste desglosando el tema. ¡¡¡Gracias por el buen rato!!! Yo soy de los que piensa que leer un buen poema es el efímero gozo que transcurre en un rato agradable.-