Codiciado edén

Justo en el nombre del padre se cometen desvaríos
que a menudo al convertirse en terribles desafíos
a los mortales producen molestos escalofríos.

Por eso de vez en cuando, con los dos pies en el suelo,
conviene tirarse fuerte, con las dos manos del pelo,
por si acaso armar se amara, algún odioso revuelo.

Si es que lejos de que exista, el tan codiciado Edén.
por si las moscas conviene. investigar antes quién,
logra a las puertas del cielo, tan ansiado parabién.

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