Gira el planeta
en su danza mágica,
inamovible,
con sus sedas
y strass ultramarinos;
con sus tules oceánicos
y nebulosas fotónicas.
Danza la Tierra
en sus clamores telúricos
Algunos hablan del sol
a los que miran la luna;
el oído se resiste
ante los labios cerrados;
millones de ojos
se arrojan al vacío.
Giran los corazones,
buscan el eje de la rueda,
anhelan congraciarse
con la inmaculada fuerza;
florecidos en las palmas
del reencuentro,
en los carmines rutilantes
del amor que profesan,
hacia la miel astral
de la ternura humana.
Gira la mente
en jirones de pensamientos;
remolinos de cambio
en torbellinos de fuego,
que impulsa a elevar la letra
y a hollar en lo aprehendido.
Gira la estrella del amor
con los ropajes brillantes
de la trascendencia.
La Tierra habita en en un universo vivo. Siente y manifiesta sus clamores.
Le hemos quedado a deber amor y comprensión.
¡Hermoso tu poema, Silvia!
Abrazos cariñosos
Así es, Mucio!La Tierra es un organismo vivo,y nosotros somos como células que palpitan al unísono…
Muchas gracias por acercarte a mis letras!Siempre bienvenido,poeta!!
Saludos cariñosos!!
Excelentes letras, querida poeta. Un gusto leerte.
“Giran los corazones,
buscan el eje de la rueda,
anhelan congraciarse
con la inmaculada fuerza;
florecidos en las palmas
del reencuentro,
en los carmines rutilantes
del amor que profesan,
hacia la miel astral
de la ternura humana.”