Ciudad
tu tarde en mi café,
ciudad
tu nombre en mis suspiros,
ciudad
tus labios en mi boca,
ciudad
tu pelo en mi mano,
ciudad tus calles en mis pasos entre montañas,
ciudad tu selva, enigma y mente.
Ciudad mujer…
tus cielos habitan
en mis lobos que te aguardan,
todos en ti,
todos deambulando tus aceras
al borde de muros que te aúllan,
mis muros.
Ciudad
tus aguas,
ciudad
tu voz, paisajes,
ciudad
tus sueños,
ciudad
mis rasguños
entre piedras al fondo
de mi café que te dibuja, completa.
Ciudad mujer…
luces de mi hambre y delirio,
-como luciérnagas-
visitan tus esquinas,
y soy destello,
carne y temblor,
erección y ternura,
grito y silencio,
y soy
esta ciudad
reclamando
todas tus lluvias
y nocturnidades.
Bellísima sinfonía de versos, alineados entorno a esa ciudad que amas, a esa mujer que anhelas, a ese paisaje que recreas entorno a ella.
Me encantó todo el poema Alexander.
Un saludo cordial.