La vivencia cae como una cascada,
recordándome que una vez fue río,
es paz lo que siento si sonrío,
no puedo ocultarlo en la mirada.
Haber dejado atrás el hastío,
me devolvió a donde más necesitaba,
no pudo conmigo el vacío,
hoy soy más fuerte de lo que imaginaba.
La calma es el eco que resuena en el conflicto,
la suave brisa que atraviesa los jazmines,
después de tanto tiempo en el infierno,
se siente bien volver a divertirse.
Echaba de menos no anticiparme,
echaba en falta no vivir obsesionada,
si buscas hundirme,
echaré a volar como los cisnes,
soy más valiente de lo que pensaba.