En su silencio
la muerte nos enseña
en cada instante
lo que vale la vida.
Cada momento
es todo para ti:
movimiento y quietud
En su silencio
la muerte nos enseña
en cada instante
lo que vale la vida.
Cada momento
es todo para ti:
movimiento y quietud
Que existencial tu filosófico choka, todo una certeza, poeta!!!
La vida es ya, sin dejarla pasar. Abrazos
Cierto es eso…
Y muchas veces no nos damos cuenta de su valor…
Un bello chõka, Rafa.
Abrazo, amigo!
Muchas gracias por compartirlo, admirada poeta.
Muchas gracias por tu lectura. Abrazos.
Gracias, María. Un abrazo.
Equilibristas de la vida. Muchas gracias
¡Qué hermosa intersección! La que va, la que se queda.
Excelente
Gracias, Carlomagno. Saludos.
Entre la añoranza del ayer y el deseo del mañana oscilamos perdiendo como agua entre las manos el instante vivo, fresco, de un presente fugaz que también fue anhelo y pronto será nostalgia. Bravo, compañero, un poema que da para mucho.
Muchas gracias, David.