*Shiratani es un bosque de la isla japonesa de Yakushima. Está poblado principalmente por sugi (cedro japonés) de más de trescientos años de antigüedad y contiene un ejemplar, el Jōmon Sugi, al que se le estiman de cinco mil a siete mil años de vida. Llueve más de trescientos días al año, de ahí la exuberante vegetación.
*El hiragana es uno de los dos silabarios empleados en la escritura japonesa, junto con el katakana.
Pero qué preciosidad!!!
Una composición maravillosa la del chôka y el hokku…
Gracias por informarnos y por esa bella foto. Me encantó todo…
Besitos, Haijin!
Bello poema querida Walla! Me llena de nostalgia.
Enmarco la parte anterior por que sí que me llega hondo.
Si tan solo pudiéramos regresar y enmendar los recuerdos, volver a disfrutar ese beso, ese abrazo, oír la palabra amorosa. Cuánto hay que escribir sobre los regresos! Ya por ahí hace mucho, cuando todavía no podía darle formato decente a mis escritos en este sitio, escribí algo sobre los regresos, en el “Tren de Bremen” (algún día lo corregiré)
“A veces,
es tan hermoso irse,
solo para llegar años más tarde,
mas barrigón y con una boina,
arrastrando olores extraños
y despertar…
despertar fantasmas
que se creían muertos”
Y de la foto ni que decir! Fotografiar raíces es una de mis pasiones! Ver cómo se entreveran, cómo se pegan a los riscos, cómo rodean piedras hasta rajarlas, como serpentean por la tierra y afloran como montón de serpientes peleándose, como atrapan la arena en inmensos camotes como las palmeras. Esas raíces que conquistan las ruinas en la selva.
Que bonito poema, y una lectura diferente, a lo leído y a lo que conozco, gracias por las explicaciones, porque en un inicio, no entendí muy bien a que te referias, me daba una idea, pero no tenía la certeza, con tu explicación, cualquier duda quedó resuelta y pude comprender el contexto real y total. Muchas gracias
Me gusta mucho todo lo relacionado con Japón y su cultura, por eso intento casi siempre incluir términos japoneses en este tipo de poesía.
Muchas gracias por apreciarlo, Juan Carlos.
Un abrazo
Releído ya tu “Tren de Bremen”, amigo.
Genial, precioso, real.
Y esa afición por fotografiar raíces… Qué originalidad. Desde luego en Shiratani no te las terminarías
Agradezco enormemente tus aplausos y tu magnífico comentario, Jesús.
Abracitos