Me propuse cavar un hueco
en un sueño
para enterrar
toda la melancolía,
ese lastre que rasga el pecho
y hace brotar agua…
Me propuse
no guardar más tributo
a lo No vivido,
a lo irremediable,
a mis noches cansadas.
Sin embargo
el recuerdo trae siempre
esa rosa gris
que incrusta en algún latido,
abre la tierra y la planta,
la riega con llanto del pasado
hasta que nace otro botón.
Busco abandonarme
y solo logro caer en la sensación
del abrazo eterno,
de esa paz de las miradas,
del roce de corolas,
del beso de cielo…
Esa miel en sincera ofrenda de cariño…
Rompen mis fuentes
inundan,
unción lacrimal
que ahoga y renueva,
lava los grises
y trae ese letargo celestial
después de cada tormenta…
Sirvo otra taza de café
para brindar.
Nos hemos sentado a charlar
el silencio, el insomnio y yo…
Y todos coincidimos…
Mañana nos tatuaremos
la rosa, el pez y el beso…
Wow es una hermosura de principio a fin!!
No hay un solo segundo en que los latidos no se aceleren al leer este poema, cada verso navega en el alma!!
Las imágenes, las sensaciones, la ‘melancolía’
Todo es precioso!
Mil aplausos mi queridisimo poeta! Salud, (con café
Aprecio cada palabra Maria, muchas gracias, este año en especial se nos torna distinto y es en parte por lo que las ausencias son más, uno quisiera vivir escribiendo y leyéndolos… compartir mucho más. por lo pronto me adapto a estos sorbos de paz que me da expresarme y compartirles, intentaré venir regularmente… abrazo de lo más sincero…