El pecado, tuyo, mío
y el perdón.
A sombra
—inconfeso—
por piedad
el dolor es más
de recuerdos a medianoche.
Mientras,
de cenizas y el alma
a oscuras
está demás, otro día.
Qué paradoja.
Probamos.
Si
(de hábito) sólo tener
la muerte
de cerca
o al final del sueño.
Muy buenos tus versos. Me gustó
Versos enigmáticos y pecadores en redención que asoman entre sueños y sombras!!! Sí paradojas como la propia vida, amigo!!!
Abrazos Martín!!!
Para mí tus versos son hermosos siempre, Martín, pero hoy quería decirte que ese trío que veo en tu foto de perfil, me parece maravilloso, amigo!!!
Un abrazo grande que abarque a los tres!