“LA POESÍA NACE DEL DOLOR.
LA ALEGRÍA ES UN FIN EN SÍ MISMA.”
(Pablo Neruda)
Ojalá,
que las borrascas
no me eleven a la altura
de los buitres.
No quiero ser lienzo
que el viento lleva lejos;
quiero estar cerca de ti
y ser ámbar en todos tus jardines.
Crecer en tus macetas
con los lirios de septiembre;
adentrarme en tu casa
con aroma de jazmines,
a través de las persianas.
Que tus partidas y tus despedidas,
no me junten con esquinas sombrías,
porque no quiero caer
en insospechados abismos.
Seguiré siendo tu milagro
en las hojas de eneldo
y seré valiente para superar
tus promesas incumplidas.
Podré mirar con alegría
una noche sin luna,
como una grieta
abriéndose camino.
Ojalá,
que las borrascas
no me eleven a la altura
de los buitres.
Ufff que entrada intensa… se llena de expectativa la curiosidad poética
Tremendo el poema todo. Abrazo poetisa.
Que tus partidas y tus despedidas,
no me junten con esquinas sombrías,
porque no quiero caer
en insospechados abismos.
Seguiré siendo tu milagro
en las hojas de eneldo
y seré valiente para superar
tus promesas incumplidas.
Fascina la tonalidad audible en la fugaz arquitectura que edifica el poema, “cerca de ti” representa un esquema de aproximación a lo sublime y premeditado. No accidente. No circunstancia, sino aquello que se piensa con el corazón, ya que el corazón es el órgano primordial que hace al pensamiento subsecuente en un sistema de cosas vivas, como este poema—Aplausos.