Cauce seco

Bañándome en tus aguas
una a una, las gotas de tu amor
fueron penetrándome
hasta llenarme de ti.
Ni un rincón, sin tu humedad
ni un trozo de mi piel sin tus gotas
recorriéndome entera.
Me entraste poco a poco
por miedo a darme frío
y fue el calor de tus aguas
el que inundó las mías.
Hoy la sequía ha cuarteado
mi piel y del río, tan solo queda
el cauce seco de tu ausencia.

4 Me gusta