Carta de otoño

Te escribo querida, en este largo otoño que acaba de empezar y tengo que reconocerte que te recuerdo
cada vez más bella y que mi hambre de ti crece a porfía.

Es cierto que la distancia reviste de cierta belleza. Pero te confieso, triste, que me llena las manos
de la soledad más espantosa.

Estoy mirando hacia el vacío. Creciendo marcha la congoja entumecida por el desconsuelo y el dolor de tu mirada ausente.

Se ha vuelto gris toda la luz; melancolías, con la tristeza grande de las anunciadas lluvias.

A veces, te confieso, sueño en una primavera sin los presentes males, con solo hacerme la ilusión de verte.

Hoy en mis labios ya no quedan mieles, pero si recuerdo que es tu boca un panal de dulce miel; que tu rostro es una boca de caricias, tu pelo suave cortina de humo, que las guardaba para mis adentros.

Brotan mis lágrimas, solas, por estar contigo.
Tengo tantas cosas, tantas que decirte… Que mis manos tiemblan con solo pensar en ti.

Tanto, que apenas puedo sostener el bolígrafo para escribirte.

Y es que, mi amor… te echo mucho de menos… Te quiero muchísimo.


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¡¡¡Guaooo!!! —y cuando yo digo «¡Guaooo!» es porque envidio lo que estoy leyendo… Envidia en el buen sentido me refiero—. ¡¡Le quedó súper de pinga!!, como decimos acá en Caracas.

Usted tiene una prosa que se deja leer como si nada… ¡Enhorabuena!

Saludos.

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Hermoso…hondamente romántico y enternecedor escrito, @useggb!
Un cordial saludo, estimado poeta!

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Muchísimas gracias, muy amable mi expresivo alexander_garcia_197
Un cariñoso saludo

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Muchísimas gracias silvelart3000
Un cálido saludo

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