Si pudiera encerrar
en un lienzo,
carcelero
de tus labios
y tus besos…
el arroyo del pasado
que entre los dedos
abiertos,
se me secó
de las manos…
asomada a la ventana
del castillo
de mis sueños,
me verías pasar…
sobre el corcel
de la aurora,
envuelto
en noches de luna
que con el viento
del norte,
te podrían llegar…
Siquiera lejos,
tan lejos…
prisionera
de mis rimas
y mis versos…
hazme volar
tu pañuelo,
por la lucera
entreabierta
del olvido
y el reencuentro…
¡Dicen
que han visto
un poeta…
sobre el corcel
de la aurora,
envuelto
en noches de luna…
que lleva al cuello
un pañuelo…
y en el alma
tu hermosura…!