Y aún recuerdo
que fue un dulce…
una simple piruleta
bañada de fresa,
lo que dibujó en su rostro
la mejor de las sonrisas.
Y aún recuerdo
la torpeza
de sus piecitos tempranos,
queriendo abrazar el mundo,
no coordinaba los pasos.
Y aún recuerdo
los colores,
de sus mejillas al sol
y aún respiro aquel aliento
de besos en la mañana.
Recuerdo aquella canción,
que mi corazón soñó,
blanca y pura de emoción
cuando mi niño nació.
Diego…
mi querido niño,
caramelo de papá…
cuanto te echo de menos,
cuanto más he de esperar…
para volverte a abrazar
9 Me gusta
La ternura que inspiras con estos versos se revuelve con la añoranza y hacen de este poema un vaivén de sentimiento abrumador.
Un abrazo compañero
1 me gusta
Otro fuerte abrazo para ti, compañero…
Gracias por tus palabras, me han emocionado…
1 me gusta
Cuánto amor en estos versos, Ricardo.
Y cuánta melancolía.
Echar de menos duele pero si existe la posibilidad de un próximo abrazo es más llevadero.
¿Por qué pasan tan rápido esos primeros años de vida?
Preciosísimo poema .
1 me gusta
Cuanto amor en tus versos… cuanto… Un saludo afectuoso, compañero.
1 me gusta
Sinmi
11 Septiembre, 2021 22:19
6
Muy tierno y hermoso. Saludos cordiales.
1 me gusta
Gracias de corazón…
ya te contaré que hay detrás de este poema
Un abrazo
1 me gusta
Gracias Carmen…
Un abrazo fuerte
1 me gusta
Gracias de corazón
Un fuerte abrazo compañera
1 me gusta
Gracias María…
Daría mi vida porque fuera así,
pero no va a ser posible…
Un abrazo fuerte
1 me gusta