En las venas de una despedida están todos mis colores;
el territorio de mi esperma, cuya latitud tiembla animales y catalejos.
Cosas líquidas, repletas de trenes y anaqueles algo chuecos.
Sustancia primera de los códigos que duelen,
un ángel y un arma ambidiestra.
Allí me espié, para recordar el onomástico de mis yugos en la sombra de un silencio.
Y ahora se va, un hilo hecho de mazorcas, alhelíes hermafroditas,
resortes y mi primera masa de arcilla ataviada de lujurias mal resueltas.
Tu excelente poema se me figura como una exploración introspectiva y misteriosa de la despedida. Utilizas imágenes vívidas y que pueden parecer crípticas para evocar una sensación de introspección y reflexión sobre el pasado. La referencia a los colores, animales y catalejos agrega una capa de enigma a la narrativa poética.
Siempre animoso, siempre sugerente @hectorgaibor , su poesía transcurre en una riqueza de recursos maravillosos que abre mil puertas y derrumba catedrales. Le Aplaudo Blas Yunke, siempre visito tu blog que es un espectáculo poetico.— Aplausos.
Muchísimas gracias, mi querido amigo poeta por atreverte a leer las esquelas que quedan, de estas pequeñas letras. Me siento muy honrado. Un abrazo grande, Alejandro.
Creo que en algún momento de recorrer el camino de la poesía, tarde o temprano, algo se abre, algo se derrumba, algo se cura, algo se adhiere a la sexualidad… Nada se desperdicia, y todo, como lo dices, se vuelve un espectáculo, por el asombro mayúsculo que sugiere la poesía. Mis saludos cálidos, mi querido y admirado poeta.