Qué miras, allí, con esos ojos prejuiciosos.
Que solo sabes dar la espalda.
Que solo sabes mirar de lado y rechistar;
como si fueses el amo del mundo.
Como si no te quisieses nada, te dejas caer
una vez y otra contra la tierra.
¿Es que no vas a dejarlo nunca?
¿Es que no te cansas de cometer los mismos errores?
Escúchame.
Hazlo por una vez en tu vida.
Y deja de girar la cabeza cada vez que te hablo.
La sombra de un mal recuerdo.
Y deja tus gafas sobre la repisa
y aclárate la vista y salta, sin pensar.
De todas formas ya has perdido todas las batallas.
Ya no te queda nada.
¿Entonces por qué sigues resignándote
a mirar desde la distancia al frente?
Estoy cansado de ti.
No te soporto.
Estoy cansado de la persona que se esconde detrás de esa máscara
de prejuicios e inseguridades.
Estoy cansado
de la persona que me mira tras el espejo
y no quiere ser ella misma.
8 Me gusta
Estoy cansado de la persona que se esconde detrás de esa máscara
de prejuicios e inseguridades.
Estoy cansado
de la persona que me mira tras el espejo
y no quiere ser ella misma.
De un contenido filosófico interesante de una introspección que libera. Un saludo y un gusto compañero!@Reiksawery.
1 me gusta
Introspectivo, reflexivo.
Un dialogo con uno mismo, más allá de un monólogo. Un yo que se cuestiona a sí mismo y se exhorta con firmeza.
Buena entrada a Poémame. Bienvenido compañero !
1 me gusta
¡Bienvenido! Saludos, buen poema.
1 me gusta
En efecto, un yo que dialoga, que quiere mejorar, pero que se castiga; sin embargo, con mucha firmeza. ¡Gracias por la acogida!
1 me gusta
¡Gracias! Encantado de estar en esta nueva plataforma 
1 me gusta
Hermoso poema para empezar! Bienvenido, compañero! Un saludo.
1 me gusta
La crítica a uno mismo puede llegar a ser la más dura. A veces es necesario darse ese empujón desde dentro de uno mismo. En otras circunstancias… uno puede ser su peor enemigo. Cuando se busca una perfección que no existe y se exige más allá de lo posible, uno se paraliza. Porque el juicio puede ser atroz.
Hay que quererse, exigirse… pero también aceptarse y quererse… mucho.
Maravillosas letras las tuyas! Me ha encantado.
2 Me gusta
¡Muchas gracias María! Un saludo
1 me gusta
En efecto, muchos somos los que nos ponemos más pegas a nosotros mismos que lo que lo hacen en la sociedad. Pero a la vez, eso nos anima y nos ayuda a seguir adelante. Hay que saber equilibrar bien hasta qué punto podemos darnos esa dosis de exigencia.
¡Gracias por tus palabras!
1 me gusta
Me parece un poema valiente. Un poema de sentarse frente a uno mismo y hacerlo despertar. Me ha gustado leerte.
Un gusto encontrarte aquí! Saludos! 
1 me gusta
Un escrito con intensidad y fuerza.
Buen mensaje e interesante propuesta, compañero!
1 me gusta
Esa era la intención, ¡gracias por tu mensaje!