Cuando yo pisé la barca
no había ningún barquero,
solo una noche muy negra
un cielo mucho más negro.
Mi corazón de pirata
fue en la cabeza pañuelo
y con hollín de la noche
me pinté el ojo derecho.
Se creció la calavera
dándole vida a mis sueños.
La noche gritó tu nombre
hechizos fueron al beso.
Vivimos canción pirata,
el río cantó risueño,
hasta que dos fuimos uno
y nos amamos queriendo.
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