Canción de la ausencia (versión de Las señas del marido)

Estando yo en mi portal,
estando yo en mi portal,
a la sombra de un ciprés,
bordando paños de seda…
la otra sombra vi de pie.

Yo vi pasar caballero,
yo vi pasar caballero,
bien vestido y con argén,
que venía de la guerra.
—Caballero, ¿de quién es?

Caballero, ¿a dónde vienes?
Caballero, ¿a dónde vienes?
Del clavel, como el clavel;
¿si viene usted de la guerra?
—Sí señora, que así es.

—¿Y si ha visto a mi marido?
¿Y si ha visto mi marido,
por la guerra, alguna vez?
—Si lo he visto no me acuerdo,
deme usted las señas de él.

Mi marido es un buen mozo,
mi marido es un buen mozo,
alto, rubio, aragonés,
que en la punta de la espada
lleva un paño a lo francés…

Se lo bordé cuando chica,
se lo bordé cuando chica,
cuando chica lo bordé,
y otro que le estoy bordando…
y otro que le bordaré.

Mi marido es mozo y blanco,
mi marido es mozo y blanco,
gentil hombre y bien cortés,
muy gran jugador de tablas
y también del ajedrez.

En el pomo de su espada…
en el pomo de su espada
armas trae de un marqués,
y un ropón que es de brocado,
y de carmesí el envés.

Con orgullo y osadía,
con orgullo y osadía
trae un pendón portugués,
que ganara en unas justas
a un valiente y un francés.

—Por las señas que usted dice,
por las señas que usted dice…
su marido muerto es,
que en Valencia lo mataron,
en casa de un ginovés.

Sobre el juego de las tablas,
sobre el juego de las tablas…
lo matara un milanés.
Muchas damas lo lloraban,
caballeros con arnés.

Sobre todo lo lloraba,
sobre todo lo lloraba
la que hija del ginovés;
y se dice, a una voz,
que su enamorada fue.

Yo lo conocí, mi amigo,
yo lo conocí, mi amigo,
que en las andas lo llevé,
y en el testamento dijo…
que me case con usted.

—Eso sí que no lo haría,
eso sí que no lo haría…
Eso sí que no lo haré,
siete años lo esperaba,
siete más lo esperaré.

Si a los catorce no viene,
si a los catorce no viene…
A monja me meteré…
—¡Abre los ojos paloma,
si me quieres conocer!

Porque yo soy tu marido,
porque yo soy tu marido…
Y tú eres mi mujer,
porque has guardado tu honra,
y has sido buena mujer…

Se echaron la mano al hombro,
se echaron la mano al hombro,
como marido y mujer,
se montaron a caballo…
y se echaron a correr.

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