“Y colgué en los verdes sauces la música que llevaba.”
(Sor Juana Inés de la Cruz)
…
A pasos quedos,
con su oblicua y declinante luz
se acercará el invierno.
Y mientras llega, mis ojos
contemplan la belleza caduca
de los chopos desnudos
cubiertos por la yedra.
Y percibo las notas de sus ramas,
calladas y tenues,
en el débil latido de su savia.
Un rumor incorpóreo
de árboles deshojados
se derrama por el campo vacío.
Y me paro a escuchar los trinos
armoniosos y escondidos
de los pájaros ausentes.…
Y al viento…
que teje su murmullo
entre las espadañas
que cimbrean dulcemente
entre ritmos eólicos
cual bello preludio de Chopin.
Mientras, los cipreses sombríos
interpretan sus arpegios
erizando el aire de diciembre
de oscuros presagios…
Luego, llegará la nieve
y las escarchas frías
silbando melodías de humo
y chimeneas.
El vaho, entre cristales,
empañará mi piel y mi pelo
con su pañuelo blanco.
Y, aterido, en el solsticio
de una mañana helada
vibrará con sus notas
mi corazón sombrío
lleno de incertidumbre.
Sobre el pentagrama de la tarde (silencios de negra y blanca)
buscaré la armonía
en aquel rincón
acogedor de tu lumbre.
Sabes escuchar a la naturaleza con sus distintos sonidos en cada estación. Los transformas en versos y dejas cantar al silencio. Nos regalas armonía con tu poema. Feliz diciembre
Extraordinarios versos que comulgan con la renuncia,sabiduría y alimento en el verde de la vida única y sus musas…
Abrazo querida María.
Verdadero placer leerte. Abrazos♡
Solo tú sabes descifrar los sonidos de la naturaleza y los conviertes en canciones maravillosas que nos arrullan bajo ese invierno venidero que nos arropa. Mil gracias por tanto, querida María. Abrazos cariñosos.