Como caminar 20 años después
por el sitio donde antaño
todo era verde.
Las puertas abiertas,
los gritos desde las ventanas
reclamaban nuestra presencia.
Quizás no debimos leer esos libros,
o dejar que pasara el tiempo.
Tanta belleza mancillada
ante la impasibilidad de los astros;
siempre a lo suyo.
Tantas vueltas para terminar regresando
al lugar donde todo cambió
sin que nada cambiara.
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El ciclo de la vida, amigo. El paso del tiempo. Y al final parece que nada cambie, que nada se mueva.
Me ha gustado mucho este poema reflexivo.
Abrazo.
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Muchas gracias, amiga. El paso del tiempo hace que escribamos para intentar detenerlo.
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Acaso, las cosas no cambian…acaso, eres tú el que cambia…no?
Buen poema con ese dilema final.
Abrazos, Josele!
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Me has dejado loco, tengo que procesarlo. Muchas gracias María y muchos abrazos.
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Cómo me identifico! Precioso poema, José Antonio, precioso 
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Me gusta que te guste. Saludos y abrazos.
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Es un ciclo que vuelve siempre al mismo lado. Muy lindo. Saludos cordiales.
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Un bucle continuo. Saludos cordiales para ti.
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