. Y de repente un verano precoz
nos lanza llamas cual dragón feroz
somos obligados a ser montaña
debajo de nobles pinos con maña
amortiguamos su insaciable saña
y disfrutamos nuestra gran hazaña:
la buena siesta a la sombra de un pino
que pone freno al calor repentino
con el fresco el tiempo pasa veloz
ya bajo el pino o en una cabaña
de troncos, en un paraje costino.
12-06-2022
Edel@vateignoto