Algún día
caminaremos de la mano
sobre calles empedradas,
bajo un radiante cielo azul
y unas nubes de algodón rosa;
como lo hicimos ayer,
como lo haremos mañana,
como lo hacemos hoy.
Las manos del viento
sujetarán tu rostro,
los dedos del sol
se enredarán en tu pelo,
los labios del tiempo
te susurrarán
que te quiero;
como lo hice ayer,
como lo haré mañana,
como lo hago hoy.
Y encenderemos luceros
en la bóveda del cielo,
nacerán lunas
en los suspiros de tus ojos,
estallarán soles
en mis palabras de amor,
y seremos uno;
como ayer,
como mañana,
como hoy.
El romanticismo está estos días hablando en nuestros versos. Me gusta mucho que así sea y que lo hayas plasmado en tu poema de esta forma tan bella.
Un abrazo, Alejandro.