Calavera

Mis ojos hierven
en la cocina fría
que tanto me duele,
en aquel lugar de seguridad
que tanto me retiene.

Si caminando llego
no me moveré,
mis manos sordas
se estremecen al saber
pero no tanto como
cuando no sé qué hacer.

Si fuera por el deseo
cuántas estrellas
habrían caído
dando besos a la tierra
y explotando, supurando.

Todo funcionando
como si parar fuera delito,
hasta que sea demasiado tarde
o me llegue temprano la visita.

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Grande, Sergio! :heart: :heart:

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