Cae la tarde.
Se marchan las gaviotas
y tú con ellas.
Van a la costa,
en busca de sus crías
que están creciendo.
Pienso en los días
mirándolas despacio
desde la barra.
Atrás quedaron
los ratos y momentos
que ahora recuerdo.
Llegaba el mar,
con barcos y con olas,
en tantas tardes.
Sangre y salitre
dejaban en mi alma
tiernos latidos.
Sabor del yodo
que viene con las algas
desde alta mar.
Y el niño aquel
soñando con sus versos
y las sirenas.
¡Preciosa imagen
que vuelve a la retina
con un suspiro!
Rafael Sánchez Ortega ©
21/05/20
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Y volverán gaviotas a anidar en tu balcón…
Precioso. Besazo
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el arranque ya llena de melancolía
Cae la tarde.
Se marchan las gaviotas
y tú con ellas.
bello el poema todo, cuanta añoranza !
Y el niño aquel
soñando con sus versos
y las sirenas.
¡Preciosa imagen
que vuelve a la retina
con un suspiro!
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Es un bello y nostálgico poema. Abrazos
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Qué bellas imágenes trae el oleaje de sus versos,foncho05!Un afectuoso saludo!
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Gracias Varimar.
Abrazos.
Gracias Silvelart
Saludo.
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Me ha gustado mucho tu atardecer junto al mar, recuerdos del alma…
Con métrica 5-7-5, igual a los versos de poesía japonesa. 
Un saludo!
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Gracias por fijarte en lo que citas, Chushernandez.
Un saludo.
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