Cabe en mis manos la tierra entera
caben las lunas y y algunos soles,
cabe en mis ojos la primavera
llena de flores y caracoles;
cabe en mi boca la luz primera
y el negro intenso de los faroles.
En mis entrañas caben los mares
caben la penas y la dulzura,
todas las notas de mis cantares
y el ritmo alegre de tu cintura.
Cabe en mi pecho la vida entera
y la esperanza, y la quimera,
caben las dudas, cabe la pena;
cabe el infierno y su condena.
Cabe en mi verso tanta dulzura
que se derrama sin ataduras;
caben manojos de flor oscura
y entre mis líneas, cabe locura.
@A.Molina2022

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Qué bonitos versos libres con aire de clásicos. Muy rítmico.
Y es que en la poesía cabe todo 
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Muchísimas gracias por tu lectura y tu comentario, amiga, sí, en la poesía cabe todo…todo aquello que con sentimiento y un poco de conocimiento se puede escribir, un besos 
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Sencillez y belleza de unos versos tan anchos y profundos como el corazón… Todo cabe en él y en ellos. Precioso poema, Águeda. 
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Muchas gracias por tu lectura y tu comentario…besos
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Muchísimas gracias por tu bonito comentario…saludos
Todo, cabe todo, lo bueno y lo malo, pero hay que quedarse solo con lo bueno; muchas gracias por tu comentario

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Muchísimas gracias por tu lectura y comentario.

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